El perdón

Mis palabras no expresan plenamente cuánto lo siento, pero espero de verdad que esta carta sea un buen punto de partida: Lo siento. Necesito el perdón, tu perdón.

No me arrepiento de nada más en la vida que lo que yo he hecho contigo. Fue un error, estúpido e inmaduro y no merece la pena toda la ira que te he causado. No puedo soportar verte infeliz a causa de mis acciones. Cuando comenzó nuestra relación, me prometí a mí mismo que iba a hacerte feliz. Fallé.

Pero quiero hacer las paces. Eres demasiado importante como para echarte a perder y me odio por darme cuenta de todo ha cambiado. Entiendo la gravedad de la situación, y espero que te lo pienses todo y puedas ver en tu corazón que el perdón es lo que necesitamos.

Por favor, llámame cuando tengas la oportunidad. Te debo una disculpa por lo sucedido con la situación.

Nunca fue mi intención causar todo este dolor, y espero que mis acciones no hayan causado ningún daño irreparable a nuestra relación. Por favor, acepta mis disculpas y estate segura de que algo así no va a volver a suceder. Esta experiencia me ha enseñado a considerar las consecuencias y a no ser tan impulsivo. Tal vez la carta no es la mejor manera de tratar esto, pero realmente no sé si puedo ni siquiera mirarte a la cara. Tal vez esto me convierte también en cobarde. No lo sé. Sé que no merezco nada de ti, pero sólo puedo esperar que leas estas palabras, sabiendo que digo de corazón todas y cada una de ellas.

No sé si es posible para que me perdones, pero espero que algún día puedas encontrar una manera de hacerlo. No me gusta la posibilidad de que vuelvas a ser una parte de mi vida de nuevo, pero lo que espero es que sepas que voy a hacer todo lo posible para demostrarte que yo puedo hacerlo mejor si me das una segunda oportunidad.

Pido tu perdón y me arrepiento de todo. Te quiero, de corazón, espero que algún día te des cuenta de nuevo.