En la oscuridad

En la oscuridad suceden los momentos bonitos de la vida, ¿sabes? En la oscuridad se creó el primer ser humano, en la oscuridad se hizo el amor por primera vez para dar a luz a nuestra raza. En la oscuridad nos abrazamos los unos a los otros porque sentimos miedo, porque tenemos el cuerpo en alerta y en la oscuridad también descansamos. La oscuridad es mucho más importante de lo que pensamos y sobre todo es importante para mi porque en la oscuridad siempre estoy contigo. Cuando duermo, pienso en ti, cuando sueño, estoy contigo. Si tengo miedo, si todo está oscuro, tú apareces, tú me salvas, tú me proteges.

Ya casi no tengo por qué sentir miedo en la oscuridad la verdad, porque sé que siempre estarás ahí para protegerme, para hacerme feliz, para saber lo que necesito o dejo de necesitar. Nadie más en este mundo es capaz de hacerme sentir tanta seguridad en algo tan especial como es la oscuridad. Pero en la oscuridad también suceden cosas bonitas, románticas, como el tocar el uno al otro, el abrazarse, el estar bajo la luz de la luna, el estar viendo un manto de estrellas en la más absoluta oscuridad... Una manta, una vela, un abrazo y tu compañía. Nada más necesito, porque ya no tengo miedo de la oscuridad.

Es tan bonito poder compartir un sentimiento como este contigo... que a veces ni me lo creo. En la oscuridad pasa lo que pasa también, los momentos más divertidos, más juguetones y más perfectos contigo. Todas esas risas que me haces soltar, todos esos masajes, cosquillas y placeres... valen oro, te lo digo. Espero que no cambie nunca nada de esta situación porque se me partiría el alma y el corazón en dos partes. Ahora mismo mi vida consiste en estar pendiente de mi vida y de la tuya, porque eso me hace feliz. En la oscuridad pasa todo y pasa nada, en la oscuridad duermo, y en la oscuridad vuelo y renazco cuando me haces tuya, cuando me haces el amor, cuando me dices cosas bonitas al oído o simplemente me dices buenas noches. Te amo.